jueves, 12 de julio de 2012

Todo el Error está en la Duda.


Durante uno de esos días de ocio (matando la ansiedad pelabola que me producen los parciales finales de la universidad) me encontré con una de esas manifestaciones sencillas de arte pero que captan la atención de inmediato… no era más que murales con frases célebres o retazos de poemas (Son los panas de Acción Poética por si están interesados).

Una bien particular llamo mi atención, no me refiero a que me pareciera pegajosa u atractiva… Fue más como una revelación de sucesos pasados adquiriendo sentido… muy a lo epifanía.

De muchas maneras somos con quienes nos relacionamos, definimos nuestro entorno por la red de relaciones que tenemos con los demás… Apostamos un poco en cada una de estas conexiones…  Damos amistad, apoyo, tiempo, solidaridad, –Confiamos-., es tan natural que sucede pasando inadvertido… fluye.
Pero así de natural y espontaneo como surge, el combo se viene con ese regalito en letras pequeñas, y no es más que esa voz que nos pide a gritos objetar, la voz que nos recuerda crudamente nuestros errores, la que revive experiencias pasadas haciéndonos recordar –revivir-, la misma que defensivamente advierte el peligro al acecho y nos hace retroceder.

La duda, es la fiel compañera de las travesías… que tan apegado se está a ella es decisión propia, yo personalmente jamas he podido apartarla, mi propia carrera hace del “objetar” el pan nuestro de cada día. 

Sí, tiene un sentido  -limita- , nos hace ser precavidos y capciosos, es tan instintiva como el miedo... poniéndonos a salvo de las amenazas –peligro-.

Es difícil imaginar como cosas tan opuestas pueden subsistir en armonía, más aún cuando la duda es sin duda alguna el peor enemigo  de la confianza –temor-. Y es razonable suponer, que en su labor de protegernos nos aísla… nos hace actuar erróneamente… lastimamos para evitar ser lastimados –Herimos y somos heridos-… muchas veces involuntariamente, pero la culpa permanece.

¿Qué pasa sí…? En que momento se volvió una mentira?, ¿Debo creer?...

Honestamente el valor de las palabras es un tema en el que puedo ahondar por páginas y páginas –Somos las palabras que dicen lo que somos-… hacer eso sería un ejercicio de juicio. En su lugar prefiero hacer énfasis en lo que veo como el punto de quiebre… se puede dudar demasiado, Sí.

 –Mientes-.

Saber cuando la duda nos hará herir es difícil… de lo contrario no nos haríamos daño -y que fácil sería todo…-. Y sea cual sea la decisión, no busco juzgar ni excusar lo que encaramos o las consecuencias que se asumen… solo creo que divagar en este hecho tiene valor… dudar de más, Daña.

-Destruye-.

Y aunque seamos consientes de ello y nuestros actos, resulta imposible evitar mirar atrás y observar el pasado lleno de viejas amistades, personas, recuerdos –memorias-,… y como olvidar aquellos que partieron de este mundo –idos-.

Sé, y soy consiente de que he dudado de más –Dudé de ti-, dudé de las palabras, dudé de las situaciones, dudé de que tan real era todo, y en el instinto de autoprotección hice daño a quienes aun, sigo apreciando a pesar de todo.

-Prevaleció el egoísmo-

Pero irónicamente me sigo preguntando… ¿Dudé mucho?

O confié de más?-


Estos panas saben de lo que hablan.

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